En nuestro país, en los últimos años, ha aumentado de forma alarmante el sobrepeso y la obesidad en la población infantil, condiciones que favorecen la aparición de diabetes, hipertensión y alza en los niveles de colesterol a tempranas edades, afectando la salud de preescolares y escolares y condicionando su calidad de vida futura.
Frente a esta preocupante realidad Caren Acuña, nutricionista del CESFAM Sur “Dr. Pablo Murúa Barbenza”, recomendó a padres, madres y cuidadores no descuidar el desayuno que consumen los menores –que debería estar compuesto por un lácteo bajo en grasa y azúcar, un cereal integral y una fruta, idealmente- y, tan importante como aquello, resguardar que las colaciones que lleven niñas y niños a sus establecimientos educacionales sean saludables.
“Una colación es el alimento que entregamos entre horarios: entre el desayuno y el almuerzo, entre el almuerzo y la once o entre la once y la cena. Para que sea saludable tiene que tener ciertas características: tiene que ser un alimento bajo en azúcar, bajo en grasas saturadas y ser 1 o 2 alimentos. No va a reemplazar nunca un desayuno ni un almuerzo –eso es importante que se sepa- y tiene que tener menos de 150 calorías. Las colaciones representan más o menos el 20% de las calorías totales del día”.
EJEMPLOS PRÁCTICOS
La profesional llamó a evitar, dentro de lo posible, el envío de productos procesados como galletas, jugos envasados, bebidas de fantasía, snacks y similares, privilegiando los naturales que asegurarán a los estudiantes saciedad y que aportarán a su desarrollo integral al brindarles lo que realmente necesitan a nivel nutricional.
“Dentro de las colaciones saludables que les podemos enviar a los niños están la fruta –ya sea natural o fruta picada que se pueda enviar-, están los frutos secos –maní, nueces, almendras sin sal-, un huevo duro también se puede enviar, lácteos bajos en grasa y azúcar –en este caso yogures bajo en azúcar y leche blanca, de preferencia- y también los alimentos, algunos cereales integrales. Si son envasados, tienen que tener menos calorías y menos azúcar y, ahí, es importante fijarse en los logos del etiquetado”.
Finalmente, Acuña reiteró la relevancia que se debe otorgar a la hidratación como complemento para el consumo de las colaciones señaladas. Ésta debe basarse fundamentalmente en agua, según las orientaciones de salud vigentes, es decir, tomar el equivalente a entre 6 y 8 vasos del vital elemento, diariamente.