Los Ángeles y su historia

Introducción

La Historia de nuestra Comuna está conformada por personajes, hechos, lugares y situaciones, estableciendo un todo que da cuenta del progreso y desarrollo que ha experimentado en el transcurso de los años.
La municipalidad, como principal entidad ciudadana, tiene entre sus tantas misiones, rescatar, preservar, destacar y divulgar todos los acontecimientos ciudadanos y a sus protagonistas, para que las actuales y futuras generaciones de angelinos sepan valorar lo realizado, respetar y querer su ciudad y aportar para su constante crecimiento.

Villa de Nuestra Señora de Los Ángeles

Según la historiadora María Teresa Varas Bordeu, en relación con la Villa de Nuestra Señora de Los Ángeles, es necesario señalar que éste es el nombre con el que aparece la villa en los documentos oficiales de la época colonial. Al respecto, si bien es cierto que José Manso de Velasco al concederle el título de “Villa” señala a “Los Ángeles”; en el acta levantada por José Perfecto de Salas en visita oficial a ella en abril de 1749, la identifica con su nombre completo: Nuestra Señora de Los Ángeles.

Esta misma denominación se mantiene hasta el período de la Independencia. En el documento referido al acta de elección de diputados al Congreso de 1811 se refiere a la “muy leal villa de Nuestra Señora de Los Ángeles”, lo mismo que el Cabildo Abierto celebrado en Nuestra Señora de Los Ángeles el 17 de septiembre de ese mismo año”. (En Colección de Historiadores de Chile, Santiago, 1876)

Diego Barros Arana en su Historia General de Chile, refiriéndose a la fundación de Los Ángeles señala, en 1886, que “en terrenos que formaban parte de una dilatada estancia del Rey se principió a la (….) creación de un pueblo bajo la advocación de Santa María de Los Ángeles” (Obra citada, pág. 142). Es la primera vez que aparece la villa con este nombre. Sin embargo, él señala que de las villas fundadas por José Manso de Velasco sólo ha encontrado los documentos referidos a la de San Felipe.

Domingo Contreras Gómez utiliza la información proporcionada por Barros Arana en su obra “La ciudad de Santa María de Los Ángeles”. Es posible que la confusión del nombre provenga de que la primera construcción de carácter público erigida en ella fue la iglesia “bajo la advocación(1) de Santa María de Los Ángeles”, según información proporcionada por Francisco Solano Astaburuaga (Diccionario Geográfico de la República de Chile. Pág. 35). Sin embargo, esta denominación no aparece en los documentos coloniales revisados, especialmente durante el período fundacional (obra citada de Ma. T. Varas B.)

Una vez decretada la fundación del pueblo y el reparto de tierras se nombró a Antonio Riveros, juez agrimensor de Chillán, para que midiera las tierras no ocupadas y bajo las órdenes de Córdoba hiciera el trazado del nuevo pueblo.

Los terrenos donde se fundó la nueva villa eran de propiedad de doña Clara Illescas, que tenía una merced de cuatrocientas cuadras. Para compensarla por la pérdida de estas tierras se le asignaron en la misma Isla de La Laja, setecientas cuadras, ya que los nuevos terrenos concedidos eran de menor calidad.

Don Antonio Riveros, encargado de delinear la traza del nuevo pueblo, ordenó realizar esta tarea al alarife José San Martín, que procedió a medir cuatro cuadras, quedando la plaza en el centro; delineó las calles, las cuales quedaron de doce varas de ancho y deslindó solares.

El trazado de la villa de Los Ángeles, en forma de damero(2), corresponde a las características de los centros urbanos creados en América por los españoles.

1. Advocación s. f. (RAE) (Del lat. advocatĭo, -ōnis).

f. Tutela, protección o patrocinio de la divinidad o de los santos a la comunidad o institución que toma su nombre.

f. Denominación complementaria que se aplica al nombre de una persona divina o santa y que se refiere a determinado misterio, virtud o atributo suyos, a momentos especiales de su vida, a lugares vinculados a su presencia o al hallazgo de una imagen suya, etc. Cristo de la Agonía. Virgen de la Esperanza, del Pilar.

f. Denominación de las correspondientes imágenes, de los santuarios y días en que se veneran, de las entidades acogidas a su patrocinio, etc.

2. Damero: El plano de las ciudades tradicionales chilenas tiene la forma de un tablero de ajedrez. Este tipo de diseño urbano fue transmitido por los españoles a sus colonias en América y se mantuvo entre los siglos XVI y XIX. Actualmente encontramos a lo largo de todo el territorio nacional ejemplos de ciudades con este plano urbano conocido como damero.