Actividades educativas en la mayoría de los centros de salud familiar de Los Ángeles se desarrollaron este lunes para realzar el Día Mundial de la Tuberculosis, efeméride que se conmemora oficialmente el 24 de marzo para generar conciencia sobre las graves consecuencias sociales, económicas y de salud que provoca esta enfermedad y para acelerar los esfuerzos conducentes a su erradicación.
El llamado general efectuado por los distintos CESFAM fue a la prevención y a la pesquisa oportuna de esta patología infecciosa, responsable de un importante número de muertes en el planeta cada año y que, en los últimos años, verificó un aumento de casos debido a la pandemia por Covid-19, remarcó Rackelle Ramírez, médico del CESFAM Sur “Dr. Pablo Murúa Barbenza”.
“Es importante que el paciente identifique si presenta tos, una tos con expectoración, que sea por más de 2 semanas; que el paciente presente congestión nasal, dolor de garganta; si forma parte de los grupos de riesgo y los otros síntomas asociados: fiebre, pérdida de peso, tos con desgarro con sangre. En ese caso, estar pendiente de esa sintomatología y acudir a los centros de salud”.
La profesional indicó que los grupos con mayor riesgo de contagio son los contactos de casos con tuberculosis, pacientes con VIH, personas privadas de libertad, trabajadores expuestos al sílice y personas con condiciones de salud con inmunosupresión. Para todos ellos existe un tratamiento que es efectivo, pero requiere supervisión y rigurosidad en su aplicación.
“El tratamiento siempre va a depender si el paciente tiene una tuberculosis activa. En caso de ser una tuberculosis activa, el tratamiento suele ser por 6 meses, aproximadamente, con fármacos antituberculosos que son bastante fuertes, pero tiene que hacerse un control y seguimiento diarios del paciente, de que se tome los medicamentos para que tenga un buen control y resolución de la tuberculosis”.
La tuberculosis es causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis. Por lo general ataca a los pulmones, pero también pueden afectar gravemente otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna vertebral o el cerebro.